ANGKAR

Siguiendo el regreso de su padre Khonsaly a Ta Seng, el lugar donde fue deportado durante el genocidio de Khmer Rouge, la cineasta Neary Adeline muestra hasta qué punto su regreso a casa después de 30 años de exilio implica un camino de voluntad y resistencia. La cámara captura las conversaciones de su padre con sus antiguos torturadores y carceleros, personas ya ancianas que han permanecido en el lugar, y nos hace participes de los horriblemente precisos relatos de abusos narrados por los criminales ansiosos por culpar de todo lo ocurrido al régimen o incluso por hacerse pasar a sí mismos por víctimas. La película transmite que el protagonista se expone a si mismo a esta situación por el bien de tres generaciones: la suya, de la que él es un representante como “sobreviviente de entre miles de muertes”; la generación de los adolescentes de la aldea, que han crecido en la ignorancia “sin saber quiénes eran sus padres y abuelos”; y también de la generación de su hija, que recibe esta historia que finalmente ha visto la luz. La película fue presentada en el Thessaloniki Documentary Film Festival y el International Film Festival de Rotterdam.

Neary Adeline Hay (Camboya, 1981) encontró asilo en Francia con su familia, donde ha crecido en los suburbios de París. Siendo una gran apasionada por el cine, Hay obtuvo su primera videocámara a los dieciséis años. Ha estudiado artes plásticas y artes aplicadas, trabajado con películas experimentales, y viajado por el mundo con su cámara. Su primera película, “Angkar” (2018), que se ha estrenado mundialmente en el International Film Festival de Rotterdam, es una historia sobre la supervivencia y la vida rural bajo el régimen del Khmer Rouge.